El poder sobrenatural de Dios
Este tema es fascinante, lograr entender el poder de Dios nos llevaría
mucho tiempo. Pero hoy quiero darte algunas de las maravillas que hacen de
Dios un ser único e incomparable, lleno de sabiduría indubitable, con un
gran e inigualable conocimiento que nos dejaría perplejos y de un poder
sobrenatural, que nos asombra en todo momento.
Definamos primero, estos dos términos bíblicamente para comprender mejor
este tema. Poder y sobrenatural. Comencemos, el término poder se refiere
básicamente a dos acepciones en, específicamente al poder dunamis (Dynamus
en griego) y al poder exousia. La primera se refiere a la capacidad moral o
física, es decir, fuerza o poder explosivo. Mientras que exousia significa
autoridad (es un derecho) potestad delegada. Un ejemplo de esto:
el Hijo del hombre tiene potestad o autoridad (Marcos 2:10). Hablemos
ahora del término sobrenatural, su significado va más allá del orden humano
o conocimiento humano, sobrepasa todo conocimiento y entendimiento de la
razón humana, en absoluto. Enlazando estos dos términos podemos llegar a la
conclusión que es la autoridad delegada en Dios por sí mismo que sobrepasa
la mente humana.
Pongamos algunos ejemplos del poder sobrenatural de Dios: Él, ya sabe el
número de nuestros cabellos, pues están todos contados (Lucas 12:7),
vale la pena mencionar, que no existen registros de alguien que haya contado
los cabellos de una persona.
Si hablamos del universo, Él conoce el número
total y los nombres de las estrellas, sí, de cada una;
(Salmos 147:4). Él es el creador de incontables estrellas, recordemos
que existen millares de galaxias y cada una tiene agrupaciones de estrellas.
En el año 2013 se descubrió; un supercúmulo, la cual es la agrupación más
grandes de estrellas que es más grande que una galaxia, es tan grande que la
luz tarda unos Diez mil millones (10.000.000.000) de años en moverse a
través de ella.
Dios le dijo a un personaje conocido como el Padre de la fe llamado Abram
(posteriormente llamado por Dios, Abraham), que contara el número de las
estrellas si podía y que así sería su descendencia
(Génesis 15:5 y Génesis 22:17).
Ha creado El ADN (ácido
desoxirribonucleico) a cada ser humano, que son únicos en todo el diseño
humano. Sabemos que no ha existido, ni existe, ni existirá alguien con
nuestro mismo ADN. Qué decir, de los millones de células y neuronas de
nuestro cuerpo. Ha creado los grandes monstruos marinos, entre ellos el
leviatán (Job 41). Ha formado el alba y la mañana con infinitos
diseños, pues cada día es diferente a otro. Nuevas son cada mañana; grande
es tu fidelidad. (Lamentaciones 3:23).
Ha puesto límites al mar lo
vistió con nubes y como faja le dio oscuridad (Job 38:8-9), da
órdenes a los relámpagos; truenos, y ellos le obedecen
(Job 38:25, 35). Afirmó los cielos y la tierra sobre la nada, con su
sola Palabra permanece hasta ahora (Salmo 33:6) Por la fe entendemos
haber sido constituido el universo por la palabra de Dios, de modo que lo
que se ve fue hecho de lo que no se veía. (Hebreos 11:3).
Conoce la
trayectoria del viento, de donde viene y hacia donde va, pues Él se pasea en
el viento. El que pone las vigas de sus altos aposentos en las aguas; el que
hace de las nubes su carroza; el que anda sobre las alas del viento;
(Salmos 104:3).
Él se sienta en su trono, en los cielos y la tierra
es el estrado de sus pies. Jehová dijo así: El cielo es mi trono, y la
tierra estrado de mis pies; Coloco cordel o medida a la tierra; y conoce sus
bases. ¿Dónde estabas tú cuando yo fundaba la tierra? Házmelo saber, si
tienes inteligencia. ¿Quién ordenó sus medidas, si lo sabes?, ¿O quién extendió sobre ella cordel?, ¿Sobre qué están fundadas sus bases?, ¿O quién puso su piedra angular. (Job 38:4-6). La respuesta de Job a todas estas preguntas y muchas más fue: por tanto yo hablaba lo que no entendía; cosas demasiado maravillosas para mí, que yo no comprendía (Job 42:3b)
Toma todas las aguas del mundo en la palma de su mano (Isaías 40:12). Tiene escondido los tesoros de la nieve y del granizo (Job 38:22).
No está sujeto a tiempo ni espacio. Él es antes del principio y será aun después del fin (Apocalipsis 22:13).
Un día es como mil años y mil años como un día para él (2Pedro 3:8).
Podría seguir narrando todo el poder manifestado en la tierra desde la
creación del mundo. Dudar del poder sobrenatural de Dios es dudar de la vida misma. Estamos vivos y eso es suficiente para exaltar la grandeza y poderío
del Rey Eterno. Te invito a leer El tiempo de Dios.
Para más temas: 👉 Aguas Deleitosas.
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