El Tiempo de Dios
El Tiempo de Dios
Yo espero el tiempo de Dios, pues Él no se adelanta ni se atrasa. A veces esperar, nos cuesta, pues, es que no es nada fácil esperar algo y no tener la certeza que llegará; pero cuando las promesas de Dios están arraigadas en tu vida, puedes esperar confiadamente. ¿Sabes por qué? Porque el tiempo que tiene Dios para concederte algo es el mejor y te aseguro que es muchísimo mejor que nuestro propio tiempo. Dios no se limita a nuestro tiempo, pues no está sujeto a él.
El tiempo de Dios es perfecto y eso es suficiente para tener la certeza que llegará a tu vida lo que estás esperando. Así, que no te desesperes ni te preocupes, lo que es para ti, llegará en el mejor momento.
Solo disfruta cada instante que te da la vida, ama, perdona y empieza cada nuevo día con gran ímpetu. Tu actitud ante la vida cambiará las circunstancias negativas en grandes oportunidades para ser feliz. Recuerda que el tiempo no regresa, por ello, vívelo al máximo.
Si vives a plenitud, sin la angustia de la espera, disfrutarás más, porque sabrás esperar con paciencia.
En el libro de Eclesiastés 3:1 está escrito que todo tiene su tiempo. No te adelantes a lo establecido por Dios, a veces nos desesperamos tanto porque queremos todo en nuestro tiempo, por eso vienen a nuestras vidas las malas decisiones, fracasos y desavenencias.
Espera el tiempo de Dios, en su maravilloso Kairós (Tiempo preciso, exacto y oportuno) y todo fluirá en tu vida. Aunque vengan dificultades, si Dios lo permitió, él te dará las fuerzas para que sigas fiel a sus promesas. No dejes de esperar, porque la esperanza no avergüenza, ella produce pruebas y las pruebas producirán algo mejor, paciencia.
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Gloria al señor que buena reflexión y si todo puede ocurrir en el Kairós dél señor hay que vivir en su perfecta voluntad
ResponderEliminarAmen. El tiempo de Dios es el mejor tiempo que podemos experimentar.
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